Nos despertamos y empieza un nuevo día. Podemos pensar que los pequeños detalles no nos afectan en cómo nos despertamos y qué hacemos las primeras horas de la jornada, pero realmente sí que lo hacen, y mucho más de lo que creemos. Solemos cometer errores a diario que no nos benefician.

 

 1. Dormir demasiadas horas

Dormir menos de 7 horas no es recomendable para llevar un estilo de vida saludable y poder rendir en el trabajo o en los estudios de manera eficiente, pero descansar más de 10 horas al día, tampoco lo es. Dormir mucho (y más si no hacemos ejercicio) afecta de manera negativa al funcionamiento de nuestro organismo.

 

 2. Mirar el móvil al despertar

Se ha convertido casi en un ritual, abrir los ojos y coger el móvil. Lo primero que vemos cada mañana es la pantalla blanca de nuestro dispositivo. El Instituto Nacional de Salud de los EE. UU. ha afirmado que dicha rutina puede conllevar graves trastornos en relación con el sueño.

 

 3. Frotarse los ojos constantemente

Despertar y frotarse los ojos. ¿Te suena? Es una práctica muy común que puede causar irritaciones en la córnea y causar molestias durante todo el día. Tampoco es bueno frotarse los ojos mientras trabajamos, la vista puede estar cansada, lo mejor es llevar siempre lágrimas artificiales con tal de fomentar la humedad en esa zona y evitar molestias.

 

4. Usar perfume de lavanda

¿Has notado que por la mañana sientes picor después de perfumarte antes de salir de casa? Ten cuidado, el aroma de lavanda puede causar irritaciones en la piel. Si es así, lo recomendable es que intentes cambiar de perfume o consultar a un especialista por si existe alguna alergia que debe ser tratada.

 

5. Estar sentado muchas horas

Si estás trabajando y no puedes despegarte de la silla para realizar descansos breves, deberías al menos levantarte 2 minutos por hora y moverte, estar sentado muchas horas puede generar muchos problemas de circulación.

 

6. No lavarse las manos correctamente

Es muy importante lavarse las manos adecuadamente por mucha prisa o trabajo que se tenga, así conseguiremos prevenir muchas infecciones.

 

7. Estar siempre pendiente del móvil

Debemos controlar el uso de los dispositivos móviles con tal de no caer en la dependencia o en la obsesión. El abuso de estar conectado en todo momento puede provocar graves trastornos como la “ringsiedad”, percepción permanente de que el móvil está sonando, cuando no lo está.

 

Fuente: 

https://elpais.com/elpais/2016/02/08/fotorrelato/1454945972_273295.html?rel=mas#foto_gal_9