Ya hace dos meses que los colegios cerraron sus puertas. Desde el mes de junio nuestros pequeños disfrutan como cada año de sus vacaciones. Mucho tiempo libre y muchos planes por delante, pero… ¿Qué hay de los deberes y la rutina escolar?
Este es un tema muy debatido. Habrá quienes defiendan que seguir una rutina de deberes es necesario y quien se oponga totalmente a impedir a los niños jugar y descansar durante sus vacaciones.
¿Tiene importancia la edad de nuestros hijos en los deberes a realizar en verano?
Todos sabemos que no son iguales los deberes que pueda tener en el día a día escolar un niño de infantil que uno de primaria. La edad es un factor muy importante a tener en cuenta para valorar esos “deberes” o actividades estivales que deban llevar a cabo nuestros hijos.
¿Cuál es la mejor forma de que nuestros hijos aprendan en verano?
La mejor manera es que aprendan divirtiéndose y sobre todo que expriman el tiempo:
- Por no perder el hábito: No hablamos de sentarlos en una silla con libreta y boli como en clase, sino de fortalecer lo aprendido en el colegio durante el curso anterior de manera práctica.
- Aprender cada día: Dormir y descansar es necesario para ellos en sus días libres, pero también necesitan fortalecer aptitudes aprendidas tales como el compañerismo, la lógica o la paciencia.
- Olvídate de imponer: Esta práctica nunca debe percibirse como un castigo ni provocar sentimientos negativos. Son actividades que suman al aprendizaje, pero si notas que tu hijo no disfruta con ella, cámbiala o adáptala a sus gustos.
- Los padres tienen mucho que decir: Piensa qué es aquello que han aprendido tus hijos durante este curso, tanto conocimientos como aptitudes y bájalos a la práctica en la vida real. Hazles ver que es lo mismo que aprendieron para que puedan recordarlo.
¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos se diviertan aprendiendo en verano?
Existe una gran variedad de actividades que harán a los pequeños aprender durante sus días de verano. Con la práctica siempre se aprende mejor y por eso debes animarte a ser creativo y proponerles a tus hijos planes que les hagan aprender divirtiéndose:
- Leer libros o cuentos para fomentar el hábito de lectura, ver películas y cantar canciones para practicar idiomas.
- Aprender normas o acciones para ser más independientes a través de juegos. Por ejemplo, aprender a vestirse y arreglarse rápido por sí mismo antes de salir a la calle o saber cómo poner la mesa antes de comer.
- Aprender lo que sucede a su alrededor también a través de juegos o actividades divertidas. Podéis por ejemplo trabajar en un álbum de plantas, cogiendo muestras de hojas o flores que resulten llamativas.
