Cada vez somos más impacientes. Vivimos en la sociedad de la inmediatez, podemos comunicarnos de manera instantánea y encontrar la información que queremos en el momento, sin tener que esperar. Lo queremos todo y lo queremos ya.                                                

Sin embargo, muchas veces es necesario parar a esperar y observar. Ser pacientes nos convierte en personas más felices, amables y positivas.

Dado que nosotros no lo somos, enseñar a nuestros hijos a ser pacientes puede ser algo complicado. Los niños no nacen con paciencia. Igual que nosotros, los niños también se frustran cuando no consiguen lo que quieren. No obstante, es muy importante que aprendan a disfrutar de los beneficios de ser pacientes.

5 consejos para enseñarles a los niños a ser pacientes

Te ayudamos contándote 5 pautas con las que te será más fácil conseguirlo. ¡No olvides ponerlas en práctica!

1. No dejes todo por hacerle caso:

Si estás ocupado y observas que reclaman tu atención, no dejes lo que estás haciendo por ellos. Tienen que entender que no son siempre el centro de todas las atenciones.

2. Dialoga y razona con ellos:

Las cosas llevan su tiempo, y aunque a veces pese, es necesario que lo aprendan.

Muestra ánimo y comprensión mientras esperan para que vean que entiendes que se están esforzando y hazles reflexionar sobre por qué a veces hay que esperar para conseguir una recompensa.

3. Las rabietas le harán aprender:

Ante sus rabietas no cambies tu actitud. Así aprenderán que un berrinche no cambiará tu decisión. Es bueno que ellos demuestren cuando no están de acuerdo con algo, pero siempre desde la paciencia.

4. Márcale tiempos:

Ponles ejemplos que les ayuden a entender el tiempo para que puedan comprender cuánto dura su espera. Anúnciales que algo que les gusta, como por ejemplo un viaje o un día especial, va a tener lugar en los próximos días. De esta manera practicarán su paciencia hasta que llegue el momento.

5. Ser modelo de paciencia para ellos:

Aunque quizás esta sea para ti la parte menos sencilla, como siempre, la mejor manera de aprender es ver en sus padres el ejemplo. Además, es esencial cumplir los tiempos prometidos para evitar perder su credibilidad.