A los 20, 25 ó 30 años, la tendencia es evitar los exámenes médicos y pensar que todo está bien – nos sentimos fuertes, jóvenes y saludables. Probablemente estamos también demasiado ocupados.

 

Pero para ser fuerte y saludable durante toda la vida, es importante tratar adecuadamente el cuerpo mientras eres joven. Con exámenes de rutina regulares, es posible identificar problemas o enfermedades de manera temprana aumentando la probabilidad de prevención.

Si tienes entre 20 y 40 años, compartimos algunos consejos para tu salud:

• Sí, necesitas un médico.

Si no tienes un médico de familia, busca un médico general de tu elección y consulta con él para saber con qué frecuencia debes hacerte chequeos y para solicitar consejos generales.

Los exámenes ayudan a detectar signos de enfermedad, como presión arterial alta o colesterol – potenciales problemas en el futuro. Identificar problemas potenciales como éstos permite el tratamiento o intervenciones inmediatas, lo que significa una mayor posibilidad de recuperación y menos efectos secundarios.

Las mujeres entre los 20 y 30 años, deben hacerse un chequeo más específico con regularidad, incluyendo exámenes de la pelvis y prueba de Papanicolaou.

 

• Vacunas.

No te olvides de mantener las vacunas actualizadas. Considera la posibilidad de recibir una vacuna anual contra la gripe, y desde los 19 años, una vacuna de refuerzo contra el tétanos y la tos ferina, cada 10 años. También puede ser importante la vacunación contra la varicela, contra el virus del papiloma humano y contra la neumonía

 

• Visita al dentista con regularidad.

Para mantener los dientes blancos y sanos hay que ir al dentista. El 27% de los adultos entre 18 y 44 años tienen caries sin tratar. Visitar a tu dentista al menos 1 vez al año puede ayudar a prevenir la caries dental y enfermedades de las encías. Los fumadores, los diabéticos o personas con un historial de problemas dentales en la familia, pueden necesitar consultas más frecuentes.

 

• Ir al oftalmólogo, incluso si no utilizas gafas.

Incluso si tienes una visión perfecta, controles periódicos de los ojos pueden ayudar a detectar los primeros signos de enfermedad. Tu oftalmólogo puede buscar evidencias de glaucoma, diabetes, artritis o hipertensión.

 

• Revisar el historial de la familia.

Antes de tu primer examen general, habla con los miembros de tu familia para saber qué enfermedades o problemas existen. Tu médico puede preguntarte acerca de esta historia, ya que la preexistencia de ciertas enfermedades, puede suponer la necesidad de pruebas o análisis con más frecuencia.

 

• ¿Cuándo visitar a un especialista?

Si sospechas que tienes alto riesgo de contraer ciertas enfermedades, visita a tu médico de cabecera primero. Si es necesario, te dirigirá a un especialista.

 

Incluso si crees tener una salud perfecta entre los 20 y los 40 años, mantener exámenes rutinarios es importante. Unas horas de tu tiempo a esta edad es un precio pequeño a pagar por la prevención y el tratamiento de los posibles problemas que puedan afectar a tu futuro.

 

 

 

Información Adicional:

Centers for Disease Control and Prevention: “Healthy Vision Month - Vision Health Initiative (VHI)”, 2015.

Centers for Disease Control and Prevention: “Oral and Dental Health”, 2016.

Centers for Disease Control and Prevention: “Regular Check-ups are important”, 2015.