Uno de nuestros objetivos en MetLife es hacerte la vida más fácil ofreciéndote soluciones sencillas, fáciles de entender y contratar, como nuestros Seguros de Vida, que te ofrezcan la cobertura que necesites en cada momento.
Si te estás planteando contratar tu Seguro de Vida con MetLife, queremos ayudarte a entender mejor todas las ventajas para que cuentes con toda la información necesaria para tomar la mejor decisión.
¿Cuáles son las principales diferencias entre el Seguro de Vida Completa Familiar y el Seguro de Vida Completa Hipoteca?
Existen cuatro diferencias básicas entre el Seguro de Vida Completa Familiar y el Seguro de Vida Completa Hipoteca: la finalidad del seguro, el capital asegurado, el beneficiario y la prima.
La finalidad del seguro
El Seguro de Vida Completa Hipoteca te da la tranquilidad de poder pagar el préstamo de la hipoteca (o de otro tipo de créditos), en caso de que se produzca el fallecimiento o incapacidad absoluta y permanente (en caso de contratar esta cobertura adicional) del asegurado, para evitar que las deudas recaigan directamente en los herederos.
Y el Seguro de Vida Familiar ofrecerá a tus familiares, o a aquellas personas que designes como beneficiarios, una indemnización económica para que puedan continuar con su ritmo de vida, para que tengas la tranquilidad de que te ocurra lo que te ocurra, estarán protegidos.
El capital asegurado
Mientras que en el Seguro de Vida Completa Familiar tú puedes elegir el capital que quieres asegurar para garantizar la tranquilidad de tu familia, en el Seguro de Vida Completa Hipoteca, el capital asegurado va asociado a un préstamo.
Además, en el primer caso, la cantidad asegurada es fija mientras que en el Seguro de Vida Hipoteca el capital asegurado es variable, ya que disminuye según vaya disminuyendo la deuda con el banco.
El beneficiario del seguro
Con el Seguro de Vida Completa Familiar, tú decides quién o quiénes serán los beneficiaros del seguro. Si solo hay un beneficiario, éste será el que reciba la indemnización íntegra del seguro mientras que, si hay más de un beneficiario, puedes escoger entre elegir tú el porcentaje que recibirá cada uno o que se reparta a partes iguales.
En el Seguro de Vida Completa Hipoteca el beneficiario principal es el banco que otorgó la hipoteca. En el caso de que el capital asegurado fuera mayor que la deuda, una vez que se haya liquidado la deuda con la entidad financiera, la diferencia iría destinada a la persona que tú decidas.
La prima del seguro
La prima es el pago periódico que se realiza al contratar el seguro. En el caso del Seguro de Vida Completa Familiar la prima se establece en el contrato y no sufre variaciones durante el año (exceptuando variaciones en los impuestos) mientras que, en el Seguro de Vida Hipoteca, la prima puede ir descendiendo según vaya disminuyendo el capital asegurado (la deuda de tu préstamo).
¿Y qué tienen en común el Seguro de Vida Completa Familiar y el Seguro de Vida Completa Hipoteca?
Al margen de estas diferencias, ambas modalidades de nuestro Seguro de Vida Completa comparten muchas ventajas:
- Te ofrecen la mayor protección en caso de fallecimiento además de darte la posibilidad de contratar la cobertura adicional por Incapacidad absoluta y permanente para garantizar tu bienestar financiero en caso de que no puedas trabajar.
- Incluyen la elaboración gratuita del testamento individual y vital, incluyendo el coste de las tasas y de la firma notarial.
- Ayudarán a tus familiares en los trámites más complicados: incluyendo desde la gestión de sucesiones hasta el borrado de vida digital.
- Puedes contratar cualquiera de las dos modalidades del Seguro de Vida Completa sin tener que pasar tediosos exámenes médicos si eres menor de 50 años o aseguras un capital inferior a 350.000€.
- Lo puedes contratar hasta los 70 años y te cubren por fallecimiento hasta los 85 años.