Debes saber que es normal experimentar gran diversidad de emociones cuando tienes conocimiento de que tú, o alguien cercano a ti, ha sido diagnosticado de una enfermedad grave.

No obstante, es necesario también que sepas que, aunque sea duro, puedes y te recomendamos aprender a controlar determinados sentimientos para llevarlo de una forma más saludable.

3 consejos para enfrentar una enfermedad grave

1. Enfréntalo directamente

Lo primero que deberías saber es que existen diferentes estrategias de enfrentamiento para afrontar esta noticia y el proceso. Aunque parezca contraintuitivo, la mejor forma de hacer frente a una noticia de este tipo es enfrentarse de manera directa y establecer un plan de acción para afrontarlo.

Por ejemplo, algunas de las recomendaciones para este plan de acción son preguntar todas tus dudas al médico, analizar qué pasos debes seguir y ponerte un calendario para seguir el procedimiento.

2. No reprimir las emociones

Por otro lado, sabemos que, a veces, enfrentar una enfermedad puede ser como una montaña rusa llena de emociones y sentimientos. Por eso nuestra recomendación en este punto es intentar mantener los ánimos y, sobre todo, transmitir nuestras emociones y no dejarlas reprimidas, puesto que esto puede suponer más un riesgo que un beneficio para nosotros y para nuestro entorno.

Es bueno que las personas que nos rodean sepan cómo nos sentimos y que el resto de las personas hagamos lo posible por entender las emociones que, como decíamos, pueden cambiar muy rápido.

3. Ayuda al enfermo

Por último, esto es un trabajo tanto de la persona que padece la enfermedad como de su entorno.

Debemos concienciarnos de lo importante que es buscar y tener un apoyo, para que pueda transmitir lo que siente y cuándo necesita nuestra ayuda y, por otro lado, la ayuda que nosotros debemos brindar, es decir, siempre que podamos ofrecernos como ayuda sin saturar a la persona y siendo realmente prácticos (por ejemplo, evitando que haga grandes esfuerzos y procurando que descanse, etc.). También es importante contar con la ayuda económica que ofrecen los seguros de enfermedades graves, necesaria para que el enfermo y sus familiares puedan centrarse en su recuperación.