La cultura financiera es más saludable de lo que piensas, tanto para tus hijos como para tu hogar. ¿Te parece demasiado complicado? La clave es hacerlo de forma divertida mediante juegos y normas. Si tus hijos adoptan esta práctica desde pequeños aprenderán pronto a ser responsables, organizados y cuidadosos.

Tenemos que concienciar a los pequeños de la casa sobre la importancia y el valor del dinero, que sepan valorar aquello que se tiene y lo que cuesta ganarlo, ya que la cultura financiera no es un tema que nuestros hijos aprendan al completo en el colegio.

Para muchos padres, hablar de dinero con sus hijos supone un problema, pero no debería ser así. Es algo común que hay que tratar con ellos de manera natural para acostumbrarles a la idea de que el dinero no es ilimitado.

Hay que tener en cuenta que la edad influye mucho. No es lo mismo los gastos que pueda tener un niño de 7 años que uno de 12. Sin embargo, es recomendable enseñarles, desde que son pequeños, a gestionar sus gastos y a hacerles sentir parte de la economía familiar.

 

Tips de educación financiera para tus hijos:

Te proponemos 5 prácticas clave que tus hijos tendrán que adoptar para entender el valor del dinero. ¡Ya no tendrás excusa para ponerlo en práctica!

1. Conocer la importancia del dinero:

Explícales de donde sale el dinero y lo que cuesta ganarlo. Tienen que entender que el dinero no es infinito y que deben hacer de él un uso responsable. Los 5 años puede ser una buena edad para empezar a hablar con ellos de estos temas.

 

2. Sentir que tienen responsabilidades:

Solo viviendo de primera mano lo que cuesta, aprenderán a valorarlo. Alrededor de los 9 años establéceles una paga mensual. También puedes comenzar a explicarles cómo funciona tener una cuenta en el banco para que puedan guardar sus ahorros de Navidad o cumpleaños.

 

3. Aprender a ahorrar:

Crea normas divertidas o juegos que les permitan guardar parte de sus ahorros, por ejemplo, pueden ganar puntos por tareas extra bien hechas. Sin embargo, no les acostumbrarles a las recompensas, debe ser algo excepcional que los anime a seguir “portándose bien”.

 

4. Ser organizados con sus gastos:

Ayúdales a organizar y dividir sus gastos. Tienen que aprender que no se puede tener todo: si se gastan el dinero en un capricho, no tendrán para otros.

También puedes hacerlo de manera divertida: Diseña un mural con su planning de gastos o regálales una hucha para guardar su dinero.

 

5. Tener el ejemplo en casa:

Predica con el ejemplo. De nada sirve dar lecciones si lo que ellos ven en casa es derroche y poca previsión en otras ocasiones.