“Soy joven, todavía tengo tiempo de hacerlo”. “Aún no es necesario, mejor dedico el dinero a otras cosas”. “No me hace falta, tengo toda la vida por delante…”. Seguro que son algunas de las razones que has mencionado si alguien te ha planteado hacerte un buen seguro de Vida.

 

Puede ser cierto: quizá en tu caso no es el momento más adecuado para contratar un producto financiero como el seguro de Vida. Pero hay circunstancias en nuestra historia personal que hacen más que recomendable contar con una protección de este tipo. Te detallamos algunas de esas situaciones que te darán la pista necesaria para saber que, efectivamente, estás en uno de esos momentos de la vida en los que los seguros de vida son la opción más acertada.

 

Tienes una familia

¿Tienes o planeas tener hijos?¿Estás al cargo de alguna persona dependiente -padre, madre, hermano…-?

Un seguro de vida se encarga de ofrecer soporte económico a los que dependen de ti si falleces de forma inesperada o si te ves impedido para trabajar.

Una opción es contar con este tipo de coberturas antes incluso de que haya un bebé en camino. Si ya tienes idea de hacerlo, esperar no hará que resulte más barato y, al igual que a la hora de ponerse a ahorrar, los expertos recomiendan que, cuanto antes se contrate un seguro de vida, mejor.

Y está claro que, si eres ya padre o madre, es una opción muy interesante: si se necesitan dos sueldos para criar a tus pequeños de la manera que quieres, un seguro de vida es la mejor manera de garantizar que seguirán teniendo acceso a lo que necesitan, aunque falte alguno de los progenitores.

 

Hay planes en marcha

Pero la familia y las responsabilidades van más allá de tener o no tener hijos. Si tu pareja depende de ti económicamente, un seguro de vida es una opción a considerar.

Y no se trata sólo de que haya uno de los dos miembros de la pareja con más o menos ingresos; pueden ser similares, pero que necesitéis los dos sueldos por otras circunstancias. Las parejas suelen planificar sus metas financieras juntas y puede que hayáis realizado una inversión conjunta; en un negocio, por ejemplo. Si uno de los dos faltara, puede dejar al otro en una situación comprometida económicamente, mejor ser precavido y estar cubierto por un buen seguro de vida.

 

Tienes una hipoteca o algún crédito por devolver

Un caso similar se produce si has contratado una hipoteca con tu pareja o tenéis un crédito juntos. ¿Se podrán asumir los pagos si faltan ingresos? Si ocurre algo inesperado, nadie quiere a los suyos desprotegidos, ni dejarles como herencia la losa de devolver un dinero para el que no se tiene ingresos suficientes.

Es una cuestión de madurez. Cuando llegan esos momentos clave de nuestra vida, hay que saber identificarlos y tomar las medidas necesarias con responsabilidad.