Seguros de lo que Importa
Los Seguros de Enfermedades Graves están diseñados para ofrecer a las personas un respaldo financiero inmediato en caso de que sean diagnosticadas por una enfermedad grave como un cáncer, un infarto o un ictus, con el fin de que el dinero no sea una carga añadida en un momento en el que su prioridad debe ser recuperarse y centrarse en su salud.
La gran ventaja de contar con el respaldo de un Seguro de Enfermedades Graves de MetLife es que ese dinero lo recibes de forma inmediata tras el diagnóstico y puedes usarlo para lo que necesites, ya sea para pagar tratamientos médicos o terapias no cubiertas por el sistema de salud, para compensar la pérdida de ingresos si a causa de la enfermedad no puedes seguir trabajando o contratar ayuda o asistencia en el hogar para esos momentos difíciles.
Para poder solicitar la indemnización de este tipo de seguros, es importante saber qué documentación necesitas y qué debes tener en cuenta.
¿Cuándo puedes reclamar la indemnización del seguro de enfermedades graves?
Desde el mismo momento en el que recibas el diagnóstico de una de las enfermedades incluidas en la póliza puedes reclamar la indemnización del Seguro de Enfermedades Graves. Pero es importante que sepas que, según la ley, el plazo máximo para hacerlo es de 7 días desde el momento en que ocurre el siniestro, es decir, desde el conocimiento del diagnóstico.
Ten en cuenta también que algunos seguros pueden incluir un período de carencia, es decir, un tiempo mínimo que debe transcurrir desde la contratación del Seguro de Enfermedades Graves hasta que la cobertura sea efectiva.
Revisa las condiciones de tu póliza y comprueba si la enfermedad que te han diagnosticado está incluida entre las coberturas de tu seguro de enfermedades graves y si tu seguro tiene o no periodo de carencia.
¿Qué pasos debes seguir para reclamar la indemnización?
Lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con tu aseguradora para informarles de tu diagnóstico. Para ello deberás llamar o escribir al servicio de atención al cliente, proporcionarle tus datos y el número de póliza, y preguntar qué documentación debes enviar para presentar la reclamación.
La aseguradora te solicitará tus datos y los del siniestro del que quieres informar (el diagnóstico de tu enfermedad) y que adjuntes algunos documentos para acreditar la información, como el informe médico o tu historial clínico. Además, deberás enviar a la compañía una copia de tu DNI e indicar en qué número de cuenta quieres recibir la indemnización.
Asegúrate de proporcionar toda la documentación tan pronto como te sea posible ya que esto facilitará el proceso de evaluación por parte de la aseguradora y acelerará el tiempo de respuesta.
Una vez recibida la documentación, la aseguradora comprobará que se cumplen las condiciones de la póliza y una vez se apruebe la solicitud, procederá al pago del capital asegurado.
¿Qué hacer si la aseguradora rechaza la reclamación?
En algunos casos, la aseguradora puede rechazar la solicitud de la reclamación. Esto puede deberse a diversas razones, como que la enfermedad no esté incluida en la cobertura del seguro, que no se haya aportado toda la documentación requerida o que sea errónea, o que se trate de una enfermedad preexistente no declarada por el asegurado en el momento de la contratación del seguro.
Analiza cuáles han sido los motivos del rechazo y, si hace falta, vuelve a presentar la solicitud comprobando que incluya todos los documentos que necesita la aseguradora. También puedes solicitar una segunda opinión médica si el motivo del rechazo está relacionado con la comprobación de tu diagnóstico o acudir a organismos reguladores o servicios de defensa del asegurado para solicitar una revisión de tu caso.