Seguros de lo que Importa
En las últimas décadas, la esperanza de vida a nivel mundial ha experimentado un incremento muy notable. Según datos de la División de Población de las Naciones Unidas, en el mundo hemos pasado de media de tener en 1950 una esperanza de vida de 46,5 años a una de 71,7 años en 2022, y se espera que esta edad aumente hasta los 77,3 años para 2050.
En España, contamos con una de las esperanzas de vida más altas del planeta. Según datos del INE, los españoles vivimos de media más de 83 años, cifra que se prevé que siga aumentando en los próximos años gracias a los avances médicos, la mejora de la calidad de vida y la adaptación de hábitos más saludables.
Esta tendencia global hacia una vida más longeva también nos plantea nuevos retos. Y es que vivir más años no significa solo disfrutar de más años para vivir nuestra vida como queramos y estar con los nuestros, sino también asumir que nuestras responsabilidades financieras pueden durar más tiempo.
Teniendo en cuenta que ahora vivimos más, las parejas pueden llegar a convivir durante décadas tras la jubilación, y si uno de los dos fallece, el otro necesitará más capital para poder mantener su estabilidad económica durante el tiempo que le quede, cubrir sus cuidados durante más tiempo o hacer frente a hipotecas o préstamos.
Por otro lado, que vivamos más años también implica que trabajemos más, lo que unido a un mercado laboral inestable, hace que muchos jóvenes prolonguen sus estudios o tarden más en encontrar trabajo. Esto provoca que la edad de dependencia económica de nuestros hijos se alargue y tengamos que hacernos cargo de ellos económicamente durante más tiempo.
¿Qué papel juega el seguro de vida en un mundo donde vivimos más?
Cuanto más se alarga la vida, más sentido tiene estar preparados para poder proteger a nuestros seres queridos por si un día faltamos. Por eso, en este contexto, los seguros de vida se convierten en una herramienta muy útil para ayudarnos a garantizar el bienestar de quienes dependen de nosotros durante más tiempo del que antes se consideraba habitual.
Con un seguro de vida podremos garantizar que si un día faltamos, nuestra pareja, nuestros hijos, o aquellas personas que dependan de nosotros podrán contar con un respaldo financiero que les ayude a hacer frente a sus gastos, a mantener su estilo de vida durante más tiempo o a contar con la ayuda que necesiten.
En MetLife hemos querido adaptarnos también a esta realidad para ofrecer soluciones que respondan mejor a las necesidades actuales. Por eso, hemos ampliado la edad de contratación de nuestros seguros de vida hasta los 84 años y la de permanencia hasta los 85 años, permitiendo a más personas acceder a la protección que necesitan, en el momento en que más lo valoran.
Porque proteger a los nuestros no tiene edad, y cada día que vivimos más, es un nuevo motivo para asegurar su bienestar futuro.