Ante un problema de salud, todos queremos contar con la mejor atención posible. Algunos seguros, además de ofrecer la asistencia de reputados especialistas sanitarios, ponen a disposición de sus clientes otras terapias, que pueden contribuir a hacer más llevadero el proceso y la recuperación.

 

La medicina occidental ha evolucionado enormemente. De la mano de la investigación científica, rigurosos controles sanitarios, unos fármacos cada vez más depurados, una exigente formación de sus profesionales y la aplicación de la tecnología, podemos disfrutar de avances curativos inimaginables hace unos años.

Terapias de soporte

Pero el ser humano lleva desde tiempos inmemoriales luchando contra la enfermedad. Por ello no es extraño que numerosas culturas, más allá de la occidental, hayan practicado y perfeccionado otros métodos que buscan aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de los enfermos. Entre las terapias alternativas las más conocidas encontramos:

  • Acupuntura

Es una práctica de la medicina tradicional china que, ya en el siglo XVII, fue introducida en Occidente por los jesuitas. Dentro de la llamada ‘medicina alternativa’, la acupuntura es la que cuenta con una mayor credibilidad y su aceptación se extiende también entre profesionales de la medicina convencional. Entre sus principales valores, los expertos destacan su capacidad para contrarrestar el dolor, además de ser útil contra la ansiedad, el estrés o el insomnio y como alivio de los efectos secundarios de tratamientos especialmente agresivos, como los utilizados contra el cáncer.

  • Homeopatía

Esta técnica terapéutica se basa en la prescripción de medicamentos homeopáticos. La elaboración de estos remedios se basa en el hecho de que una misma sustancia puede tener efectos diferentes según la dosis empleada y la sensibilidad del sujeto. Se caracterizan por una muy reducida o inexistente toxicidad, y sus efectos terapéuticos se obtienen a través de la estimulación de los propios recursos del organismo. Entre sus ventajas, son medicamentos sin contraindicaciones, con reacciones secundarias adversas muy poco frecuentes y que pueden tomarse como complemento de un tratamiento médico convencional (siempre bajo vigilancia y prescripción facultativa, eso sí).

  • Reflexología

También conocida como 'reflexoterapia', es un tratamiento manual terapéutico que consiste en la presión o masaje de distintos puntos del cuerpo. Los masajes se realizan normalmente en los pies aunque también en otras partes. Se cree que la reflexoterapia moderna proviene también de la China. Como sus principales virtudes, destaca su aportación en el alivio de problemas del sistema urinario y como método paliativo del dolor.

 

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