La Organización Mundial de la Salud califica la salud bucodental como “fundamental”, tanto para gozar de una buena salud integral como de una buena calidad de vida. Por ello, es esencial que contemos con buenos profesionales para garantizarla.
Las dolencias que dificultan nuestra capacidad de masticar, sonreír o hablar no sólo influyen en nuestra nutrición sino que también tienen mucho que ver con nuestra autoestima y confianza, por lo que acaban repercutiendo en nuestro bienestar psicosocial.
En España, la sanidad pública cubre únicamente tratamientos básicos en el ámbito bucodental. En el caso de Portugal, determinados grupos (como los menores, por ejemplo) tienen acceso gratuito también a un tratamiento dental básico pero, para el resto, existe un número limitado de servicios dentales públicos, por los que se cobra una cuota fija en función del tratamiento.
Se hace esencial por tanto, complementar de alguna manera nuestra asistencia dental y la de nuestra familia, para poder cubrir las incidencias que puedan surgir en este ámbito. El precio es relevante y será importante encontrar alternativas competitivas, está claro. Pero será aún más importante poder contar con el respaldo de una compañía de seguros de confianza, capaz de proporcionarnos una asistencia integral y estar ahí cuando la necesitemos.
Llegado a este punto, por tanto, es importante que nos fijemos en los detalles del seguro dental que estamos contratando: especialidades a las que tenemos acceso, calidad y prestigio del cuadro médico, disponibilidad geográfica y horaria, urgencias, tratamientos incluidos o excluidos, copagos, pruebas diagnósticas... La amplitud, calidad y confianza de estos servicios definirá el coste del seguro dental y nos garantizará que no tendremos una sorpresa desagradable llegado el caso de hacer uso de estos servicios. No debemos engañarnos sobre el valor de las cosas y, si nos parece que un producto parece demasiado barato para ser bueno, es posible que tengamos razón. Y hay aspectos, como nuestra salud dental y la de nuestra familia, con las que es mejor no jugársela.
