Estas fiestas navideñas serán algo diferentes: con la movilidad y las reuniones restringidas por el COVID, quizá los encuentros familiares y de ocio no sean tan frecuentes ni tan multitudinarios como suelen ser. Pero no están de más algunas precauciones para evitar sustos que nos amarguen las fiestas. No en vano, este es uno de los periodos del año en el que más accidentes se registran en el hogar.

 

De tertulia y en la cocina

Las largas y abundantes comidas familiares son tradición en Navidad. No es extraño, por tanto, que durante su preparación, en la cocina -mucha gente entrando, saliendo, charlando y riendo, preparando platos-, se produzcan más accidentes que en cualquier otra época del año. Resbalones, quemaduras, cortes... hay que prestar especial atención a los fogones o la vitrocerámica, al horno, ollas, sartenes o cuchillos y demás elementos cortantes. Es el momento perfecto para que los niños se cuelen e intenten coger lo que no deben.

 

Decoración, sí, pero segura

Y es que, como ya os advertíamos en algunos artículos anteriores, los niños son propensos a sufrir accidentes en el hogar; el periodo navideño no es una excepción.

Hay que tener cuidado con detalles decorativos, como las figuras del Belén: deben ser de un tamaño mayor a la boca de los niños y no desmontables. Cuidado también si hay velas. Deben ubicarse en candelabros firmes y fuera del alcance de los pequeños. O mejor, incluso: sustituirlas por velas tipo LED.

En cuanto a las figuras del árbol de Navidad y el propio árbol, deben estar bien sujetas y no ser pesadas ni cortantes. Evite elementos decorativos que parezcan dulces y no lo sean.

Un apunte: cuidado con la flor de pascua, que es tóxica; hay que ubicarla fuera del alcance de los más pequeños.

Pero, no sólo los niños deben tener cuidado: en ocasiones, colocar la decoración de Navidad en diferentes lugares de la casa puede ser todo un deporte de riesgo. Las caídas son uno de los accidentes navideños más frecuentes, al tratar de alcanzar una superficie de altura para instalar elementos decorativos.

 

Luces sin accidentes

Otro de los adornos navideños que no suelen faltar son las guirnaldas de luces. Hay que ser precavido con ellas desde el momento de la compra. Las luces deben estar homologadas, ser de buena calidad para evitar corto circuitos y, preferiblemente, tipo LED, para garantizarnos así una instalación segura. Cuidado con los productos sospechosamente baratos.

Las luces, además, deben revisarse cada año. Al instalarlas, es recomendable alejarlas de muebles o cortinas. Y evite sobrecargar los enchufes. Es esencial, además, apagarlas tanto al irse a dormir como al salir de casa.

 

Cohetes y petardos

Los fuegos artificiales y los petardos pueden ser divertidos, pero siempre son necesarias precauciones para su utilización:

  • Los pequeños no deben usar artículos pirotécnicos sin la supervisión de un adulto.
  • No encienda cohetes ni petardos en recintos cerrados. Es recomendable hacerlo en el suelo y de espaldas al viento, con una mecha y sin sujetar el cohete con las manos.
  • No utilice petardos cerca de personas, ni dentro de recipientes. Y si alguno quedara sin explotar, no intente volver a encenderlo.