
Los niños son, sin duda, los reyes de la casa y siempre estamos pendientes de que estén protegidos. Sin embargo, los accidentes existen y más, teniendo en cuenta la despreocupada curiosidad infantil. Conociendo bien los riesgos que puede haber en nuestro hogar será más sencillo evitarlos. Hoy nos centraremos en prevenir golpes, caídas, cortes y quemaduras.
En nuestras mentes, nuestro hogar es el lugar seguro por excelencia. Sin embargo, los riesgos están ahí: golpes y caídas, cortes, quemaduras, ingestión de productos tóxicos o medicamentos, electricidad… Según el Instituto Nacional de Estadística, el INE, los accidentes son la tercera causa de mortalidad en los niños menores de 14 años y datos de un estudio de un comparador de seguros indican que más de la mitad de esos accidentes infantiles (un 54 %) se producen en el hogar. Pero no hay que asustarse, sólo ser precavido y llevar a cabo una buena inspección de los elementos de nuestra casa para eliminar de su alcance los objetos potencialmente peligrosos.
Evitar caídas, golpes y cortes
No conseguiremos impedir que los niños se muevan con libertad y tampoco es recomendable, así que no nos libraremos de algún que otro chichón. Pero para evitar males mayores, basta con seguir algunas pautas básicas:
- Mantener ventanas, terrazas y puertas cerradas con elementos a prueba de niños. Evitar poner muebles o sillas delante y si se ventila la habitación, no dejar a los pequeños sin supervisión.
- En el caso de tener bebés, evitar dejar mecedoras o cunas sobre superficies elevadas.
- Si se dispone de escaleras, instalar puertas de seguridad. Asegurarse de que los pasamanos están bien sujetos.
- Colocar la televisión en altura, de manera que no lleguen a tocarla o empujarla.
- Cuidado con las superficies resbaladizas; si se derrama algún líquido, limpiarlo inmediatamente.
- Utilizar alfombrillas o adhesivos antideslizantes en la bañera y la ducha. Es fundamental no dejar al niño nunca solo mientras se baña.
- Asegurar estanterías y muebles grandes a la pared con firmeza y evitar que se suban en ellos.
- Poner fuera del alcance de los niños cualquier objeto de cristal, cerámica o cortante (cuchillos, cuchillas de afeitar, tijeras, herramientas, agujas…)
- Colocar protectores en cajones, bordes, esquinas y cualquier superficie capaz de cortar si se golpearan contra ella.
Sin quemaduras
La cocina es la zona de la casa donde más accidentes se producen, y las quemaduras, uno de los mayores riesgos. Pero también hay que tener controladas otras zonas de nuestro hogar:
- Mantener fuera de la cocina a los niños pequeños mientras hay algo al fuego, ni siquiera con nosotros dentro. Y, aún así, colocar los mangos de las cacerolas y sartenes siempre hacia dentro, de forma que no sobresalgan.
- Poner fuera de su alcance bebidas calientes, como café o infusiones.
- Mantenerlos alejados de la zona de la plancha.
- Guardar bien cerillas y mecheros.
- En el caso de disponer de chimeneas o estufas, colocar una pantalla protectora y no dejar en ningún momento a los niños solos junto a estos elementos.
- Enseñar a los niños a utilizar los grifos de agua fría y caliente.