¿Está en la juventud nuestro máximo esplendor de felicidad? Durante los últimos años se ha extendido la idea de que la felicidad tiene un patrón en forma de U: alcanzamos la máxima plenitud durante la juventud, llegamos al punto más bajo de la curva en la “crisis de la mediana edad” (los 40 años) para volver al pico más alto durante el envejecimiento.

Sin embargo, la felicidad no es sólo un patrón, la felicidad es una actitud que depende únicamente de nosotros mismos. No es lo que queremos tener, es lo que tenemos. Debemos aprender a exprimir al máximo el presente, para no llegar al futuro deseando haber cambiado el pasado.

Un paradigma muy aferrado en nuestra sociedad es asociar el éxito a la felicidad: conseguir una buena posición laboral, un título o una cuenta bancaria con muchos ceros a la derecha. Pero, ¿qué sucedería si perdiéramos todo eso?

Estas bases no pueden ser los pilares que sostengan nuestra vida. La fórmula, por tanto, es a la inversa, la felicidad es la clave del éxito (Albert Schweitzer).

Vivir en plenitud y en paz con nosotros mismos nos ayuda a cumplir nuestras metas. Cuando una persona se siente completa y es positiva, se genera una cadena de buenas sensaciones que llegan a trasmitirse a los que nos rodean. 

Por tanto, la felicidad se trata de una decisión diaria que requiere un compromiso de interiorización. No existe una edad exacta para alcanzarla, sólo requiere voluntad, por eso podemos empezar por 7 simples pasos:

1. Perdona

2. Sonríe

3. Relájate

4. Antepón la paz a la razón

5. Da las gracias

6. Evita las presiones y preocupaciones; asegura tu vida y la de tu familia

7. Sé positivo y vive el presente

 

“La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos”

Henry Van Dyke

 

 

Fuentes:

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/12/121204_salud_edad_felicidad_relacion_jgc

https://postcron.com/es/blog/como-ser-feliz/