Se acercan las  vacaciones, el mar, la playa…y los padres deben añadir una responsabilidad más a su lista de deberes, asegurarse de que los más pequeños no se quemen con el sol.

Siempre depende de la edad del niño, pero además de los cuidados también es importante que poco a poco tome conciencia de los riegos que supone exponerse al sol sin la protección adecuada.

“La utilización de protección solar durante los primeros dieciocho años de vida disminuye un 78 % la probabilidad de desarrollar cáncer de piel en el futuro.”

¿Cómo enseñar a nuestros hijos a adquirir buenos hábitos de protección solar? Empezando de arriba abajo, de la cabeza a los pies:

 

1. Aplicar crema solar de filtro físico

Los pediatras recomiendan no exponer a los niños menores de un año directamente al sol. A partir de esa edad se aconseja aplicar una crema solar de filtro físico, ya que estos protectores solares resultan menos irritantes. La piel no las absorbe, y aunque resulten más espesas y dejen la piel blanquecina, son recomendables para pieles sensibles (como las de los niños) o con tendencia a la dermatitis.

¿Cómo debemos aplicarla? Es importante recordar a los niños que la crema tiene que aplicarse  alrededor de dos horas antes de exponerse al sol. Para evitar la batalla de echarse crema, porque para ellos supone dejar de jugar, lo mejor es conseguir crear un juego de todo el proceso: las marcas de guerrero indio en la cara, superpoderes por los brazos y piernas…

 

2. Proteger su cabeza

La gorra de su personaje de dibujos favorito, un gorro de explorador…lo que sea con tal de que nuestros pequeños recuerden que ponérselo es muy importante cuando están al sol, consiguiendo que ellos mismos lo pidan o se lo vuelvan a colocar si se les cae.

 

3. Gafas de sol

A diferencia de los ojos de los adultos, los ojos de un niño todavía no están completamente desarrollados, y su cristalino no puede filtrar los rayos ultravioletas con facilidad, siendo hasta 20 veces más sensibles. Sin embargo, según los datos facilitados por el Collegi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya, hasta el 98% de los niños nunca utilizan gafas de sol.

En lugares de alta exposición solar, como puede ser la playa o lugares con nieve, es especialmente importante que su vista esté protegida.

 

4. Cubrir su cuerpo con ropa

Durante los meses de verano lo óptimo es que los niños no estén expuestos al sol entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde. Para aumentar su protección, es recomendable vestirles  con ropa de algodón puro que le resulte fresco, para evitar golpes de calor.

 

Fuentes:

http://www.efesalud.com/noticias/buen-uso-de-la-proteccion-solar-en-ninos-3/

http://www.cuidateplus.com/familia/bebe/2015/06/12/diez-consejos-proteger-piel-bebe-sol-69805.html

Hábitos de fotoprotección en los niños que concurren a Dermatología Pedriática del CHPR.