Los europeos somos claramente afortunados en cuanto a esperanza de vida. Los avances médicos, higiénicos y sanitarios, las mejoras en la alimentación y en las condiciones laborales y un contexto psicosocial correcto son algunos de los factores que han hecho que los habitantes del viejo continente cada vez vivamos más años.

De hecho, España es uno de los países más destacados en este aspecto en todo el mundo, sólo por detrás de Japón. La esperanza de vida española es de 83,5 años (86,3 para las mujeres y 80,7 para los hombres). Portugal está algo más atrás en el ranking pero también bien situado, con 81,5 años (84,5 en el caso de las mujeres y 78,3 en el de los hombres).

Sin embargo, nuestro estilo de vida cada vez más sedentario, los abusos alimentarios en forma de grasas y azúcares y otras circunstancias del estilo de vida en los países desarrollados también juegan en nuestra contra, fomentando enfermedades y dolencias que se han consolidado como principales causas de muerte en Europa.

 

Las principales causas de mortalidad en Europa

La causa principal de mortalidad en Europa son las cardiopatías, es decir, las dolencias vinculadas al corazón. Le siguen las enfermedades y accidentes cerebrovasculares y, a continuación, el cáncer (sobre todo, tumores de tranquea bronquios y pulmón). Las enfermedades respiratorias crónicas son los cuartos en discordia y, para terminar con las cinco causas principales de muerte, encontramos los accidentes 1.

Concretando en España y Portugal, el orden de las causas principales es similar: enfermedades cardiovasculares en primer lugar y cáncer en segundo. En ambos países es especialmente destacada la repercusión de las denominadas ‘enfermedades ENT’ que engloban, precisamente, las dolencias cardiovasculares, tumores malignos, enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. Estas enfermedades ENT son la causa del 86% de las muertes en Portugal2 y del 91% de los fallecimientos en España3.

Aparte de predisposiciones genéticas, los factores de riesgo de estas enfermedades son bien conocidos:

  • consumo nocivo de alcohol
  • inactividad física
  • exceso de sal en las comidas
  • tabaco
  • tensión arterial elevada
  • diabetes
  • obesidad
  • factores externos, como la contaminación del aire exterior y de interiores

 

Es, por lo tanto, fundamental ser previsores, precavidos y controlar al máximo nuestro estilo de vida, reduciendo en lo posible los elementos de riesgo para alejarnos del peligro de estas dolencias. Implantar en nuestro día a día costumbres saludables en cuanto a actividad física, alimentación y estilo de vida en general no sólo nos hará sentirnos mejor en términos generales sino que, literalmente, puede contribuir a salvarnos la vida.

 

 

https://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php?title=File:Causes_of_death_%E2%80%94_standardised_death_rate,_EU-28,_2016_(per_100_000_inhabitants)_HLTH19-ES.png

https://www.who.int/nmh/countries/prt_es.pdf?ua=1

https://www.who.int/nmh/countries/esp_es.pdf?ua=1