En nuestro día a día, siempre hay motivos de preocupación… Llegar a tiempo al trabajo, llevar a los niños a la escuela, preparar una reunión, entre mil cosas más.

Nunca tenemos realmente el pleno control de nuestras vidas y sentimos muchas veces que nos falta tiempo.

Y aquí es donde empieza el estrés.

 

Vivimos en un mundo cada vez más acelerado. El trabajo es el centro de nuestra vida y los momentos de relajación se dejan en segundo plano. Pasamos menos tiempo de lo que quisiéramos con las personas que más amamos. ¡El estrés es inevitable! Es un mecanismo de defensa interna que entra en juego cuando nos sentimos amenazados [1].

El estrés puede llegar de muchas maneras: insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, fatiga, cambios en la dieta, problemas digestivos, etc. [2]. Para evitar o reducir estos males, es necesario cambiar los hábitos y la forma de pensar. Bajar el ritmo de la vida no es fácil, pero no podemos dejar que las circunstancias nos controlen.

 

Consejos para evitar y reducir el estrés:

• ¡Hay que empezar por ser realista y no querer hacerlo todo – Saber decir que no, es importante!

• Debemos respetar los horarios establecidos – No posponer o dejar que las tareas excedan los intervalos de tiempo previstos.

• Debemos descansar bien – Dormir las horas necesarias y sin distracciones.

• Debemos hacer deporte con regularidad – Seguir una rutina de deporte es importante para mantener la salud física y mental.

• Debemos socializar y conectar con nuestros amigos y familiares – Está demostrado que la felicidad aumenta cuando nos rodeamos de las personas que más queremos.

• Hay que relativizar los problemas – Algunos de ellos nos parecen muy graves, hasta que nos fijamos en ellos de manera diferente.

• Es aconsejable reducir el consumo de cafeína – Intenta cambiar el café por té verde o negro y tomar magnesio, ya que este mineral mejora la salud en general.

Si sigues estos consejos debes ser capaz de controlar los niveles de estrés. Así tendrás una vida más relajada y satisfactoria. Si ninguno de ellos resulta, te aconsejamos que busques ayuda profesional especializada.

 

 

 

[1] Palmer, S., Cooper, G., “How to deal with stress”, 2013

[2] Lazarus, R., Folkman, S., “Stress, apraisal and coping”, 1984