El miedo siempre nos ha acompañado, desde la antigüedad con el primer ser humano hasta la actualidad y, muy probablemente, nos siga acompañando en el futuro. El miedo entró en nuestra vida para protegernos, curioso, ¿verdad?

¿Qué es el miedo?

Se trata de una sensación que pone en alerta a nuestro cuerpo y mente con el objetivo de conseguir sobrevivir ante un riesgo o un peligro.

Pero, ¿eso significa que tenemos que tener miedo a todo? En absoluto. Y muchas veces, aunque tengamos miedo, debemos luchar contra él para seguir adelante.

Algunos de estos miedos no nos permiten celebrar la vida al máximo.

¿Sabes cuáles son los miedos más comunes y cómo podemos afrontarlos?

El miedo al “qué dirán”

Muchas veces nos preocupamos por lo que pueden decir sobre nosotros las personas que nos rodean o sobre lo que puedan pensar al vernos. Sin embargo, siempre debemos pararnos a pensar qué es más importante para nosotros y qué nos va a afectar más, si lo que piense esa persona de nosotros o hacer lo que realmente nos gustaría hacer.

El miedo a “qué ocurrirá”

En otras ocasiones nos paramos a pensar demasiado sobre qué podría ocurrir y qué consecuencias podrían tener algunos de nuestros actos y esto, no es algo negativo pero, hay veces que este miedo nos frena y nos bloquea, y no nos permite llegar a tomar ciertas decisiones que son las que realmente deseamos.

Pero, ¿por qué el miedo te frena?

  1. En primer lugar, porque no te permite ver el lado positivo, únicamente te muestra la desventaja de lo que tú quieres hacer para celebrar cada momento de tu vida.
  2. Además, el miedo nos frena para comenzar acciones que son nuevas o desconocidas y que se salen de nuestra zona de confort, cuando realmente a veces son las que más nos gustaría hacer.
  3. Y, por último, porque generalmente el miedo no nos permite pararnos a pensar en las consecuencias de algo, simplemente nos obliga a reaccionar de forma inmediata y, cuando te das cuenta, ya has hecho o dejado de hacer eso que querías.

Así que, cuando quieras celebrar la vida, celébrala, que ningún miedo te frene porque nada es más importante que lo que tú quieres hacer con tu vida.