Es época de estornudos y toses, pero… ¿Cómo saber diferenciar entre una gripe y un resfriado? Te contamos cómo puedes reconocerlos y qué puedes hacer para aliviar los síntomas y recuperarte más rápido.
Para poder ayudarte, empecemos con algunas preguntas:
¿Qué sientes? ¿Cómo empezó tu malestar?
El resfriado suele evolucionar de manera lenta y progresiva, en cambio, la gripe es repentina: ayer sentías un poco de malestar y hoy no puedes con tu alma.
¿Tienes fiebre?
El resfriado no suele producir fiebre, por otro lado, la gripe suele hace subir la temperatura corporal a más de 38º.
¿Qué hay del dolor de cabeza?
El dolor de cabeza suele ir de la mano de la gripe -y es persistente-, aunque a veces el virus del resfriado también puede producir dolores de cabeza o cervicales debido a la congestión.
¿Te sientes muy cansado y débil?
Es el síntoma principal de la gripe. Sientes malestar, dolor muscular y articular sobre todo en las extremidades y en la espalda.
Tipos de tos: ¿Seca o irritativa?
La tos actúa como mecanismo de defensa con el objetivo de expulsar la mucosidad de las vías respiratorias. Cuando tenemos gripe, la tos suele ser seca, irritativa y sin moco. En cambio, cuando se trata de un resfriado, la tos es más áspera y también puede estar acompañada de mucosidad.
¿Tienes escalofríos?
Los escalofríos aparecen con la gripe y no deberían ocurrir durante un resfriado ni un catarro.
Cómo aliviar los síntomas de la gripe y el resfriado:
Medicación: antiinflamatorios/analgésicos (alivian la garganta y el dolor de cabeza/ muscular), antitusivos (reducen y calman la tos), antihistamínicos (descongestionan).
Remedios naturales: jengibre (alivia la tos), tomillo (facilita la expulsión del moco), equinácea (mantiene las defensas altas).
Acude a un especialista si tienes dudas o necesitas tratamiento personalizado. Si la fiebre supera los 39º en los niños y los 40º en adultos es aconsejable acudir lo antes posible a urgencias.
Fuente:
Desde MetLife queremos que mejores tu calidad de vida y la de aquellos a lo que quieres. Pero recuerda que, en caso de notar algún síntoma o malestar, siempre debes acudir a un especialista para que te recomiende el tratamiento más adecuado para ti.