Cuando se acaba la batería y parece que estuviéramos perdidos. Cuando no sabemos dónde está y sentimos ansiedad. Éstos son algunos de los síntomas de la “nomofobia”, la adicción al teléfono móvil.

Hoy en día es casi impensable salir de casa sin nuestro teléfono móvil, y cuando hablamos de adolescentes esa posibilidad ni se contempla.

El 46% de los niños entre 11 y 14 años tiene un móvil en España.

Esta dependencia está muy relacionada con la necesidad de entretenimiento continua. En cualquier situación de espera (esperando el autobús, esperando a que nos atiendan en el restaurante, esperando a un amigo…) el primer instinto es buscar el teléfono móvil para que el tiempo pase más rápido. Entonces, ¿cómo reconocer cuando estamos haciendo un buen uso del teléfono móvil y cuándo se trata de una adicción?

«Decimos que alguien es adicto al ‘smartphone’ cuando el uso del teléfono termina afectando a su vida personal o profesional»

Así lo explica Marc Masip, psicólogo experto en adicción a la tecnología, que afirma que ha tenido casos de pacientes que adelantaban su alarma para tener más tiempo con el móvil antes de irse a trabajar.

La mayor dificultad no es tanto reducir las horas que dedicamos al móvil, si no darnos cuenta del uso abusivo. Es por ello que los expertos afirman que la mayoría de las personas no son capaces de reconocerse como un adicto, ya que es algo que “todo el mundo hace”.

En el caso de los más jóvenes, la observación de los padres es fundamental. Cuando las reacciones de los adolescentes son extremas ante casos tan simples como que no haya cobertura, o que se quede sin datos, es el momento de intervenir. Si una comida no puede pasarse sin levantar la cabeza de la pantalla, no solo estamos empeorando nuestra calidad de vida, también estamos distorsionando lo que es importante y lo que no.

 

¿Qué medidas podemos tomar para reducir esa adicción al móvil?

  • 1. Buscar un sitio para dejar el móvil

Cuando llegamos a casa no tiene que estar todo el rato a nuestro lado. Dejarlo el móvil en un lugar y centrar nuestra atención en otras cosas nos ayudará a compartir la experiencia.

 

  • 2. Desactivar las notificaciones de las redes sociales

Muchas veces no podemos resistirnos al brillo de la pantalla aunque se trate de una notificación sin importancia. Acceder a las redes sociales solo cuando nosotros queremos reducirá el consumo.

 

  • 3. Silenciar los grupos de WhatsApp

No es necesario estar disponible las 24 horas del día. En caso de una urgencia la gente siempre puede llamarnos. Intenta cambiar esos grupos de WhatsApp por un café con esa persona con la que te apetece hablar.

 

  • 4. Intentar sustituir los mensajes de texto por llamadas

En muchas ocasiones dedicamos incluso horas a un tema que podría cerrarse en una breve llamada telefónica.

 

 

 

Fuentes:

http://www.elmundo.es/salud/2016/05/29/57481b2346163f146a8b45c5.html

http://www.larazon.es/historico/6785-nomofobia-la-enfermedad-que-quizas-padece-y-no-lo-sabe-MLLA_RAZON_436328

http://www.abc.es/tecnologia/moviles-aplicaciones/20140426/abci-faceup-adiccion-movil-201404221305.html

http://www.elplural.com/2014/05/07/diez-consejos-para-superar-la-adiccion-al-movil