Todos intentamos hacer lo mejor para nuestro descanso durante el verano, pero suele convertirse en un carrusel de actividad que nos provoca otro tipo de estrés.

 

Lo más importante en el verano es poder desconectar de todo del estrés laboral y familiar. Esta tarea no es banal y no siempre podemos cumplirla, pero podemos hacer pequeños cambios en nuestros planes para conseguir un estado de bienestar que nos permita respirar y tomar fuerzas.

Debemos entender que una persona estresada puede contagiarnos su estrés, por lo que no puedes dejarte en último lugar a la hora de procurarte un descanso. Un ambiente relajante solo se consigue si todos disfrutan del mismo momento de paz.

Disfrutar de cada instante y afrontar el día con una actitud optimista debería ser nuestro mantra cada mañana. Esta predisposición personal te permitirá descansar y afrontar el día con espacio para que puedas darte un capricho y ser tú mismo.

Empieza por lo sencillo, una desconexión de la tecnología puede ayudarte a encontrar un remanso de paz. Si bien estamos en una sociedad en la que la adicción al móvil es elevada, puedes intentar reducir el uso a unas horas o a determinadas personas o aplicaciones.

También puedes buscar un espacio tranquilo, disfrutar de un día sin horarios o aprovechar para dedicarte una actividad de bienestar como un balneario, unas sesiones de fisioterapia para esa espalda que duele o un tratamiento de estética para sentirte más acorde con tu cuerpo.

Si crees que todo esto está fuera de tu alcance es que no estás preparado para relajarte. Desconectar el móvil es un botón y encontrar una actividad de bienestar es tan fácil como aprovechar la cobertura de terapias alternativas de tu Seguro de Accidentes y Terapias Alternativas (Plan Salud Alternativa) de MetLife.