Muchos de los alimentos y bebidas que consumimos a diario y algunos malos hábitos, como por ejemplo el tabaco, tienen altos niveles de colorantes que, a la larga, hacen que el color blanco de nuestros dientes se desgaste y empiecen a amarillearse.

Cuando esto pasa nos sentimos incómodos y empezamos a buscar soluciones con tal de poder cambiarlo. El blanqueamiento dental es una práctica cada vez más frecuente ante estos casos.

No obstante, hay muchos mitos y desconocimientos en torno a esta técnica. Si has pasado por ello, seguramente te hayan surgido dudas del estilo: ¿Es una práctica sana? ¿Pueden sufrir mis dientes? ¿Cuál es el mejor tratamiento? ¿Es efectivo o fiable? ¿Y duradero?

Primero la salud, luego la estética. El abuso de blanqueamiento dental es conocido como blancorexia. Actualmente vivimos en una sociedad preocupada en exceso por la estética, y la pérdida del color blanco en los dientes nos lleva a perder confianza en nosotros mismos e incluso a obsesionarnos por blanquearlos.

Consejos para un blanqueamiento dental seguro

Te damos tres consejos que deberías tener en cuenta antes de someterte a un blanqueamiento dental:

1. Consulta a tu dentista tu intención de hacerte un blanqueamiento dental:

Plantéale la situación a un especialista. Él sabrá recomendarte las mejores opciones para ti, valorará si realmente es necesario someterte al tratamiento y te informará sobre prevenciones y cuidados antes y después del blanqueamiento.

2. Valora las diferentes opciones que tienes para realizar el blanqueamiento dental:

¿En casa o en una clínica? El blanqueamiento puede realizarse a través de sesiones de foto activación, a través de férulas con gel blanqueante que podrás aplicar en casa o combinando ambos. Escoge la opción que mejor se adapte a ti y al resultado que buscas.

3. Investiga e infórmate sobre blanqueamiento dental para aclarar posibles dudas:

Lee y conoce la información sobre este tema, ya sea compartiendo experiencias con conocidos o incluso indagando en Internet. Plantea esta información a tu dentista y así él podrá solucionar tus dudas y asesorarte de manera mucho más acertada.

En definitiva, blanquear tus dientes no es peligroso siempre que tengas claro qué resultados quieres conseguir y lleves a cabo previamente un ejercicio de información y asesoramiento de la mano de especialistas. Recuerda que una sonrisa natural es siempre la más bonita.