Durante muchos años se han estado utilizando los colorantes alimenticios para adornar las comidas. Sin embargo, es importante analizar qué son y cómo afectan para decidir si queremos consumirlos o no.

Los colorantes son aditivos que cambian el color de la comida o que tienen la capacidad de darle un sabor diferente al alimento. Generalmente se utilizan para adornar la comida que por su apariencia no es apetecible o para potenciar o suavizar su sabor. Sin embargo, las diferentes autoridades sanitarias no se han puesto de acuerdo acerca de si realmente son positivos o negativos, por lo que lo mejor es analizar qué ocurre con ellos y cómo podemos evitarlos:

Los colorantes de los alimentos pueden provocar una intoxicación e incluso llevar a sufrir algunas enfermedades en caso de que no hayan sido tratados con seguridad y un buen estándar de calidad.

Para evitarlos, por si acaso, algunas recomendaciones son:

Lo primero y lo más evidente, evitar el consumo de alimentos que estén coloridos artificialmente (los que tienen colorante natural son parte de los alimentos y por tanto no hay que intentar evitarlos: jugo de fruta, remolacha, pimentón, etc.)

Es importante leer las etiquetas de los alimentos en los que podemos reconocer los colorantes por sus nombres: Azul 1, Azul 2, Verde 3, Rojo 40, Rojo 3, Amarillo 5 y Amarillo 6, o algunos nombres como la tartrazina.

Y, por supuesto, intenta llevar siempre hábitos saludables en tu vida además de en la alimentación.