¿Cuántas veces te has propuesto comer mejor, pero has sido incapaz de llevar esta decisión hasta el final? ¿Con qué frecuencia “has roto” la dieta, diciendo que no pasa nada si lo haces una vez? 

 

 

Cambiar los hábitos alimenticios no es fácil, pero hay algunos trucos que puedes utilizar para que el cambio sea más suave.

Lo más importante es simplificar. Pedimos a dos nutricionistas algunos consejos para comer mejor. No estamos hablando de pérdida de peso, pero sí de asegurarte de que tú y tu familia podéis mejorar vuestra salud. Éstos son los 4 principales consejos:

• Incluir más alimentos integrales. Fiona Halar, nutricionista australiana, aboga por la introducción de más alimentos integrales en la dieta. Por definición, un alimento integral tiene un bajo nivel de procesamiento. En principio, también estará libre de conservantes y aditivos.

“Es como la diferencia entre comer una naranja o beber zumo de naranja que está hecho a base de concentrado, y por lo tanto puede tener conservantes,” dice Halar.

La nutricionista señala también que varios estudios han demostrado que comer más alimentos vegetales integrales puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, problemas del corazón y el cáncer.

“Los alimentos vegetales integrales están llenos de vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y otros fitoquímicos,” explica Halar. “El alimento procesado, por otro lado, tiene una cantidad mucho menor de nutrientes, debido al proceso al que es sometido.

• La falta de planificación significa planificar el fracaso. Una de las cosas más importantes de acuerdo con la nutricionista y autora Michele Chevalley Hedge, es planificar las comidas de la semana siguiente.

“¿Cómo no vas a planificar la mayor inversión de tu vida – tu salud?” cuestiona. “Si no lo haces, aumenta el riesgo de que comas bocadillos o platos precocinados, lo que significa más alimentos procesados.”

Organiza diez minutos de tu fin de semana y siéntate a preparar una lista de ideas para las comidas. Recuerda que debes incluir frutas y verduras integrales en estas ideas. Todo esto también trae una ventaja: Verás el aumento de tu cuenta bancaria al dejar de comer comidas precocinadas o ir a comer fuera.

• Elije variedad en lugar de monotonía. “No hay una “nueva maravilla” para sugerir a la gente,” dice Halar. En su lugar, es importante hacer un esfuerzo para variar los alimentos integrales que se colocan en el plato.

Mezcla las cosas – asegúrate de no comer las mismas verduras cada noche. Esto mantiene la comida interesante y la motivación elevada, mientras que también asegura que estamos consiguiendo una mayor variedad de nutrientes.

“Tengo una regla, trato de no comer la misma comida dos días consecutivos”. Si la comida sobra, siempre se puede congelar y comerla la próxima semana, en lugar de al día siguiente. 

• Come esto, no eso. Para minimizar el impacto de las comidas rápidas y procesadas, aprende a elegir opciones alternativas, dice la nutricionista Chevally Hedge. En este tipo de alimentos están los cereales de desayuno, las barritas energéticas, y, por ejemplo, panecillos, pasteles y otros.

Fiona Halar está de acuerdo con esta premisa, pero admite que no es tan fácil como debería. “Hay tantos aperitivos y opciones de bebidas disponibles, por lo que es difícil evitarlos por completo, cuando sentimos hambre. Por otra parte, en lugar de comprar patatas fritas y chocolates, recomiendo nueces, semillas, frutas o palitos de zanahoria con humus.

Sé también exigente con las bebidas. Los refrescos y zumos de frutas contienen altos niveles de azúcar. Trata de beber agua, no defrauda. Si no quieres beber sólo agua, puedes añadir unas gotas de limón”.   

En lugar de centrarte en la pérdida de peso, crea hábitos alimenticios saludables para ti y tu familia. A partir de pequeños cambios, verás una gran diferencia a largo plazo.  

 

Fuente: 

https://elpais.com/elpais/2016/10/20/buenavida/1476977891_510963.html