Tximu es un bebé mono que formó parte de mi vida desde que yo tenía 6 meses. Era mi muñeco. El que siempre estaba conmigo.

Me transmitía mucha ternura, calidez y me hacía sentir muy seguro.
Con el paso del tiempo Tximu dejó de hacer su gritito tan característico que tanto me hacía reír. También el imán que sujetaba su dedo en su boca dejó de funcionar. Un día Tximu perdió su gorrito del pijama que tan gracioso le hacía.

Me encantaría que Tximu volviera a ser el que fue, pero aunque no pueda ser, le seguiré guardando con todo mi cariño por todo aquello que vivimos juntos.

Más historias aquí.