Lo que quiero arreglar es un cochecito que me dio mi padre las navidades en las que tuve que cambiarme de colegio a mitad de curso porque le trasladaron por trabajo.

Era la vuelta de las fiestas de navidad, y mi primer día en la nueva escuela. Lo recuerdo con mucho cariño. ¡Me dio un abrazo porque yo tenía mucho miedo!

Finalmente gané valor y entré. ¡Una vez dentro de clase, metí la mano en el bolsillo del abrigo y encontré el coche, ¡yo estaba tan feliz! Fue una manera de hacer amigos el primer día, porque todo el mundo quería jugar con él. Todavía lo tengo en casa, por supuesto, pero le falta una rueda…

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