Mi hijo quiere ser futbolista desde los 3 años. Es del Atleti, pero sobre todo es de La Roja, por eso hace unos años su abuela le regaló este muñeco futbolista. Durante meses no se separó de él, jugaba partidos imaginarios con una pelota de papel albal que llevaba a todos lados. Pero ya se sabe que la vida deportiva de los jugadores es corta y con tanto partido... se lesionó.

Sus brazos empezaron a caerse, y aunque para el fútbol se usan más los pies, eso complicaba bastante sacar los corners así que el pobre muñeco quedó en la estantería. De exposición, para que Lucas no le olvidara.

De vez en cuando lo veo con sus celos sujetando los brazos y me planteo tirarlo, pero me da mucha pena. Así que cuando vi este concurso pensé que había llegado la hora de sacar al madelman del banquillo. Ojalá pueda volver al campo con honores.

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