Desde pequeño, mi padrino me inculcó el amor por los coches de época y llegué a hacer una pequeña colección. El coche más especial, que fue el primero que mi padrino me regaló, se me cayó siendo niño y aunque lo guardé para repararlo algún día, el tiempo fue pasando y no llegué a hacerlo. Le falta una rueda y tiene el parachoques descolgado. Me gustaría verlo como nuevo otra vez.

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