Quizá haya muchas preguntas que, a posteriori, son de fácil respuesta, pero que en la práctica nos devuelven al punto de partida: prevenir eventualidades.

Una de estos recursos es el fondo de emergencias. Un fondo de emergencias es una apuesta por tu salud económica y física. Se trata de una cantidad de dinero reservado para gastos imprevistos o, como su propio nombre indica, para emergencias.

 

Por qué debemos contar con un fondo de emergencias

  1. Tranquilidad. Según la Asociación Americana de Psicología, una mala salud financiera puede conllevar problemas de salud mental. Para el 64% de los adultos, el dinero y las preocupaciones derivadas son una fuente de estrés.
  2. Protege ante malas decisiones como endeudarse más allá de tus posibilidades por no contar con un colchón financiero para afrontar las emergencias.
  3. Permite cumplir con otras metas financieras como invertir en un negocio propio o un viaje.

 

Características del fondo de emergencias

  1. Liquidez inmediata, aunque deberá estar separado de la cuenta habitual, para evitar caer en la tentación de usarlo en “no emergencias”.
  2. Si se usa el fondo de emergencias, se debe ahorrar para re-establecerlo de modo que siempre esté ahí, completo y listo, por si se necesita.
  3. Recuerda revisar la capacidad del fondo con el paso del tiempo.

 

Cuánto debe tener mi fondo de emergencias

La cantidad depende de las circunstancias personales como el nivel de ingresos de la familia, cuántas personas están a nuestro cargo o las cargas financieras previas.

Aunque los expertos recomiendan guardar entre tres y seis meses de gasto. Esta cantidad sería suficiente para pagar la hipoteca o alquiler, préstamos, comida, luz, seguros de vida o accidentes, colegios, etc. Este fondo te permitiría mantener el mismo nivel de vida durante ese periodo de tiempo.

Una vez establecido la cantidad que formará ese fondo de emergencias, lo principal es mirar el producto que más se acerque a tus necesidades e ir sumando hasta conseguir tener este colchón financiero.