Cada año, tenemos acceso a través de los medios a los resultados de las pruebas PISA, desarrolladas por la OCDE. Este programa analiza de una forma comparativa e internacional el grado de conocimiento y competencias de nuestros estudiantes en diversas materias educacionales.

Pues bien, durante el segundo trimestre de este año, la OCDE hizo públicos los resultados de unas pruebas específicas y voluntarias, realizadas en 2018, sobre aspectos relacionados con el dinero y las finanzas (Are students smart about money?).

En estas pruebas participaron 117.000 estudiantes, en representación del total de 13,5 millones de estudiantes de 15 años de edad de una veintena de naciones, entre ellas España y Portugal.

 

Jóvenes y finanzas

De este estudio, se extraen algunas interesantes conclusiones. Así, el 94% de los estudiantes señala que la información que obtienen sobre el dinero y su manejo procede de sus padres. Y más de 8 de cada 10 son capaces de interpretar detalles relevantes de un documento financiero.

Más datos: el 54 % de los alumnos posee una cuenta en un banco o caja de ahorros; es más, el 45% de los consultados dispone de una tarjeta de pago o de débito.

Durante los 12 meses anteriores a la encuesta, el 73% de estos jóvenes afirmaron haber realizado alguna compra online, solos o en compañía de algún familiar. Y casi 4 de cada 10 señalaron haber realizado algún pago usando un teléfono móvil durante los 12 meses previos.

 

Desigualdad por países

Sin embargo, las diferencias entre países son substanciales, al igual que ocurre en otras materias de enseñanza como lectura, matemáticas o ciencias. En este caso, los mejores resultados obtenidos correspondieron a estudiantes de Estonia, Finlandia y las provincias canadienses, con puntuaciones de 547, 537 y 532, en el mismo orden. Portugal obtuvo un global de 505 (séptima posición) mientras que España, por su parte, obtuvo 492, lo que la sitúa en el décimo primer lugar de los países considerados. De hecho, según los datos aportados por los estudiantes, España se encuentra entre los países con un índice de educación financiera en el aula inferior a la media.

 

Medidas en España y Portugal

En Portugal, se puso en marcha una estrategia para jóvenes con el ‘Plan Nacional de Educación Financiera’, lanzado en 2011. Se dirige a todos los grupos de edad, con un enfoque especial en las escuelas. Su objetivo es aumentar el conocimiento financiero y promover la adopción de conductas económicamente responsables. El plan se desarrolla mediante la profundización del conocimiento y habilidades en el uso de servicios financieros digitales, y promoviendo el uso responsable del crédito.

Por su parte, España desarrolló su primer Plan de Educación Financiera en 2008 y ha sido revisado dos veces, de acuerdo con las recomendaciones de la OCDE. Además, desde 2010 está en marcha un Programa de Educación Financiera, voluntario, dirigido a estudiantes de entre 14 y 18 años. Proporciona manuales para estudiantes y profesores y ha desarrollado un sitio web público, con recursos didácticos, juegos y herramientas multimedia. Este programa llegó a aproximadamente 300.000 estudiantes en sus primeros cinco años.