La planificación financiera juega un papel primordial en la jubilación. La seguridad económica es un factor determinante para enfrentarse de forma positiva a esta nueva etapa.

La jubilación es una etapa que conlleva múltiples cambios, un proceso inevitable que hay que asumir con naturalidad y actitud como un ciclo más de la vida. Sin embargo, el miedo a enfrentarse a esta nueva situación hace que se retrase su planificación y no se defina con tiempo un plan de acción.

No pensar en la jubilación dificulta la capacidad de adaptación al nuevo estado. De hecho, un tercio de las personas jubiladas no se identifican con este nuevo rol [1].

Por ello, surge la necesidad de planificar el retiro, definiendo las actividades que se realizarán y el nuevo rol a adoptar para entrar con éxito en esta nueva etapa.

Son muchos los factores que afectan a la jubilación: factores sociales, de salud, personales o educativos, pero son los aspectos económicos los que más incertidumbre y estrés despiertan. La planificación financiera ayuda a generar una sensación de seguridad para el futuro.

 

• Cuándo pensar en la jubilación:

No existe una edad para empezar a planificar tu jubilación, pero cuanto antes tomes la decisión de cómo gestionar esta etapa, más tiempo tendrás para definir la estrategia a seguir.

La primera pregunta que debes hacerte es cuánto dinero quieres para tu jubilación. En torno a esta respuesta, se definirán los pasos que debes ir tomando para alcanzar el objetivo que te has propuesto.

Ten en cuenta tus ingresos medios hasta la fecha y tu expectativa del estilo de vida que quieres llevar en la jubilación. También tendrás que tener en consideración los gastos para aminorar en la medida de lo posible las deudas una vez alcanzado este periodo. La hipoteca o los tributos por sucesión patrimonial, son algunos temas que puedes intentar dejar cerrados antes del retiro.

 

• Infórmate de tu prestación por jubilación.

Comprueba cuál es tu prestación en base a tu situación personal y laboral.  Existen muchos tipos de jubilaciones: ordinaria, anticipada, flexible, parcial o especial. Infórmate previamente de las características de cada una de ellas para encontrar aquella que se adecua a tus circunstancias. Es importante notar que el sistema económico actual es incierto y pueden existir variaciones.

Si ya tienes claro cuáles serán tus ingresos para la jubilación, ahora queda comprobar qué diferencia existe entre éstos y la cantidad necesaria que fijaste previamente. El resultado será la renta extra que deberás ahorrar durante tus años laborales.

 

• Es el momento de ahorrar.

Existen diversas vías para conseguirlo, planes de pensiones, fondos de inversión, planes de ahorro, unit links, etc. El abanico de instrumentos financieros es amplio, cada uno con un riesgo y una rentabilidad diferente.

Esta decisión implica tener en cuenta el tiempo que estimas de jubilación, el nivel de ahorro que deseas y tu aversión al riesgo; a la par que otros factores económicos como el efecto de la inflación o el gasto fiscal.


No dudes en analizar y comparar todas las opciones hasta encontrar la que mejor se adapte a ti. Dedica tiempo a buscar la solución más eficiente, de ello depende la vida que llevarás a partir de la jubilación.

 

 

 

Información Adicional:

[1] V. A. Braithwaite and D. M. Gibson, “Adjustment to retirement: what we know and what we need to know. Aging and Society”, 1987

Manuel Enrique Medina Tornero, Mº Jesús Ruiz Luna, “Políticas sociales para las personas mayores en el próximo siglo”, 1999

Antonio José Madrid García Enrique J. Garcés de los Fayos Ruiz, “La preparación para la jubilación. Revisión de los factores psicológicos y sociales que inciden en un mejor ajuste emocional al final del desempeño laboral”, 2000

Plan de Educación Financiera. CNMV y Banco de España, “Finanzas para todos, 2010” – www.finanzasparatodos.es