Con la llegada del verano también vienen las ganas de tomar el sol y de broncearse, ¿verdad? Pero también tenemos que cuidar la forma en la que tomamos el sol para no tener problemas dermatológicos por sus efectos.

Hoy te damos algunas formas de prevenir estos problemas:

Ponte protector solar media hora antes de tomar el sol para que de tiempo a que tu cuerpo se prepare y renuévala cada máximo de 4 horas.

Busca una sombra durante las horas de máximo riesgo para evitar quemaduras peligrosas.

La piel no solamente sufre al tomar el sol, sino también por los efectos del mismo.
Es importante comprender que la ropa que llevamos también afecta a nuestra piel, por lo que intenta no utilizar prendas que te den un calor excesivo o que te hagan sudar en exceso.

Evita usar cremas que no te transmitan fiabilidad, es importante que te asegures de que es la crema que necesitas, no vale cualquiera.

Lee con cuidado las etiquetas de los protectores solares y asegúrate de que es la graduación que quieres ponerte.

Es fundamental tener en cuenta que, tras tomar el sol, nuestro cuerpo puede seguir estando expuesto a un problema por los efectos de este. Por ello, es importante beber líquidos y aplicar cremas aftersun para reponer la fuerza de la piel.