¿Sabías que puedes aumentar tu productividad y creatividad simplemente con dormir más y respetando mejores hábitos de sueño?

En los últimos tiempos, varios directores ejecutivos de grandes empresas han ensalzado el valor y la importancia de dormir pocas horas, indicando este hecho como una ventaja competitiva. “El experto en el sueño” James Maas dice que es hora de detener este peligroso mito.

 

 

Maas es “el experto en el sueño” en el equipo de fútbol americano New York Jets, y autor del libro “Power Sleep”. “Quién cuenta con pocas horas de sueño, no entiende realmente la importancia del sueño”, dice. Maas también confirma que un alto porcentaje de la población se puede clasificar como con “falta de sueño”.

Varias investigaciones en la Universidad de Cambridge han utilizado información obtenida a partir de un cuestionario a 21.000 empleados para evaluar la productividad en el lugar de trabajo. La misma encuesta también hace preguntas acerca de los patrones de sueño.


Se ha descubierto una fuerte relación entre dormir bien y la productividad. Los trabajadores que dormían menos de seis horas por noche, eran significativamente menos productivos que sus colegas que descansaban correctamente. Los empleados con privación del sueño también tenían una mayor incidencia de bajas por enfermedad.

Dormir bien nos permite pensar con mayor claridad, haciéndonos más dinámicos e innovadores. “Es cierto que algunas personas pueden vivir con 5 horas de sueño, pero no alcanzan el máximo rendimiento”, explica Mass.

Hay incluso los defensores de que la falta de sueño debe ser tratado como un problema de salud pública. Russell Foster, un neurólogo de renombre en la Universidad de Oxford, compara la privación del sueño con el tabaquismo [1]. Esta teoría surgió de las investigaciones que enlazan la falta de sueño con alteraciones metabólicas y una alta concentración de cortisol [2], la hormona del estrés.

Se cree que ambos factores están relacionados con problemas de salud tales como presión arterial alta y riesgos de accidente cerebrovascular.

Otros estudios muestran que el cerebro, cuando poco descansado, se siente más atraído a la comida rápida [3], lo que aumenta el riesgo de desarrollar la diabetes o la obesidad. “Por otra parte, también existe el riesgo de problemas cardíacos, depresión y ciertos tipos de cáncer”, dice Maas.

Te damos 4 consejos sencillos para mejorar la calidad de tu sueño:

• No existe una única recomendación sobre el número de horas que debemos dormir.Hay un grado óptimo para cada persona – a pesar de que la mayoría de la gente necesita un promedio de siete horas y media a nueve horas de sueño por noche. “Las mujeres en situación premenstrual, menopausia o embarazadas pueden necesitar alrededor de 10 horas por noche”, añade Maas.

• “Controlar la hora de irse a la cama y el momento de despertar”, aconseja el experto. “Luego pregúntate acerca de tu nivel de energía durante el día”. Si la respuesta no es alentadora, añadir 15 minutos de sueño cada noche. Vuelve a hacer la prueba la semana siguiente y repite hasta que sientas que has llegado a un nivel óptimo.

• Cumplir con los horarios. Irte a la cama a la misma hora cada noche y levantarte a la misma hora cada mañana. Evita alejarte demasiado de este objetivo y sentirás la diferencia con el tiempo.

• Trata de relajarte antes de ir a la cama. Esto ayudará a conciliar el sueño y a mantener un sueño constante. Prueba diferentes maneras de combatir el estrés, como un baño caliente, el yoga, la meditación o escuchar música clásica. No compruebes tu correo electrónico o mantengas conversaciones complicadas por la noche – recuerda, el objetivo es relajarte.

Estos pasos mejoran el sueño y pueden mejorar las funciones cerebrales y contribuir a la salud en general. Nunca es demasiado tarde para empezar a estar más saludable y descansado!

 

[1] The Telegraph, “Sleep deprivation ‘as bad as smoking'”

[2] Cedernaes J, Schiöth HB, Benedict C, “Determinants of shortened, disrupted, and mistimed sleep and associated metabolic health consequences in healthy humans”, 2015

[3] Health.com, “Sleepy brains drawn to junk food“