Los médicos, nutricionistas y familiares dicen que debemos comer un desayuno consistente, que nunca debemos “saltarnos” esta comida y que es la más importante del día. Las razones dadas pasan por la pérdida de peso o por la mayor satisfacción durante todo el día, pero la clave es elegir correctamente lo que se come después de despertar.

 

 

Mito # 1 – Es mejor tomar un gran desayuno
Un gran desayuno que sea rico en hidratos de carbono o grasas es probablemente más perjudicial que no comer nada. Comenzar el día con un tazón de cereales, por ejemplo, que tiene mucho azúcar, dará lugar a niveles de azúcar elevados en la sangre. Eso va a provocar una sensación de hambre en poco tiempo.

Otras opciones aparentemente sanas, tales como la granola o las barras de cereales, tienen el mismo efecto. La inclusión de carnes procesadas, como salchichas o panceta, aumenta el riesgo de elevar el colesterol.

Mito # 2 – Un gran desayuno ayuda a perder peso.
Varios estudios presentados en el pasado, demostraban que el desayuno era una buena manera de ayudar a perder o mantener el peso. Sin embargo, estudios más recientes no han podido establecer una relación causa-efecto entre los dos.

Mito # 3 – El desayuno es esencial y todos debemos tomarlo 
¿Es realmente el desayuno la comida más importante? Depende. No hay una fórmula perfecta o soluciones iguales para todos. Las preferencias personales son importantes – no todo el mundo quiere o puede comer nada más empezar la mañana. Si el desayuno te hace sentir demasiado lleno o sin energía, probablemente no es una buena idea.

En el libro “Don’t Lose Your Mind, Lose Your Weight”, la nutricionista Rujuta Diwekar sostiene que debemos comer pequeñas porciones de comida cada 2/2,5 horas, para incrementar la quema de grasa. Otra opción es el ayuno intermitente – no tomar el desayuno y hacer solamente dos comidas al día. Hay alternativas diferentes para cada persona.


Todo con moderación

En un mundo donde la obesidad está aumentando y las enfermedades relacionadas con el estilo de vida aparecen cada vez más, la moderación y el sentido común son lo más importante. Prestar demasiada atención a una de las comidas puede resultar en una pérdida de peso para algunas personas en el corto plazo, pero no será algo sostenible.

La salud y el bienestar dependen de la combinación de varios factores – averigua cuál es el más adecuado para ti, consulta a tu médico y presta atención a los siguientes puntos:

 Lo que comes – ¿frutas, verduras, alimentos procesados? Ten en cuenta la proporción de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas, grasas) que comes a diario.

 ¿Con qué frecuencia comes? – prueba a cambiar el número de veces que comes y el tamaño de las porciones para averiguar lo que te funciona mejor a ti.

• ¿Estás comiendo una cantidad suficiente de micronutrientes (minerales y vitaminas)?

 ¿Haces ejercicio? ¿Cuánto? Si no lo haces, debes comenzar tan pronto como sea posible.

Ya sea que prefieras tomar el desayuno o no, la elección es tuya. Si quieres un cuerpo y un estilo de vida saludable, la clave es la moderación. Comer correctamente, hacer ejercicio regularmente y tener conciencia con la forma en la que te cuidas es la clave.

Consulta siempre a tu médico de cabecera o especialista si vas a realizar cambios significativos en tu dieta o estilo de vida.

 

[1] Brown AW, Bohan Brown MM, Allison DB, Belief beyond the evidence: using the proposed effect of breakfast on obesity to show 2 practices that distort scientific evidence, 2013 

[2] Dhurandhar, E. J., Dawson, J., Alcorn, A., Larsen, L. H., Thomas, E. A., Cardel, M., … Allison, D. B. The effectiveness of breakfast recommendations on weight loss: a randomized controlled trial, 2014