“¿Por qué nadie me contó esto?” Si hay una cosa segura es que un bebé no viene con un manual de instrucciones. Muchos futuros papás se preparan con cursos prenatales, leen libros especializados y consultan sus dudas más comunes con otros padres recientes. Pero por muchas cosas que se puedan aprender, uno nunca está 100% preparado para su llegada. Tener un bebé es como subirse a una montaña rusa, un viaje increíble y mágico con momentos de dudas, estrés e incluso miedo.
Sea de una manera u otra, con la llegada de tu bebé… ¡Tu vida va a cambiar! Por eso te contamos algunas cosas que pueden ayudarte a afrontar mejor su llegada:
Darle el pecho a tu bebé, no es cosa fácil
No es tan sencillo como parece y se necesita tiempo para coger práctica. Informarse bien, compartir tus dudas con otras amigas que sean madres y pedir recomendaciones a especialistas te ayudará a llevarlo bien.
No todos los bebés duermen las mismas horas
Casi todos los libros sobre maternidad dicen que un bebé duerme alrededor de 12/16 horas al día, lo cierto es que no todos los bebés tienen las mismas rutinas de sueño y lo más normal es que se despierten entre horas, sobre todo por la noche.
Lo que significa… que tu sueño va a tener que adaptarse
Cuando tienes un bebé aprendes a valorar lo que era dormir relajado y sin preocupaciones. Muchos padres primerizos cuentan que la única solución para que puedas descansar es hacerlo cuando tu bebé lo haga, es decir, adaptarse a su horario de sueño y realizar el resto de las tareas en los otros momentos del día.
Los tres primeros meses son los más complicados
Durante los primeros meses de vida, el bebé se intenta adaptar a su nuevo entorno, por lo que son los meses más complicados y los que traerán más cambios. Es la época de estar más atentos a los movimientos del bebé, de deducir lo que le ocurre, de saber cuándo necesita algo…
Recibiréis críticas, pero confía en ti, estáis preparados y sabéis cómo hacerlo
La familia, los amigos, los conocidos, los vecinos… todos van a comentar algo si tu bebé empieza a llorar, lo coges de una determinada manera o se te cae algo suyo al suelo, no podemos hacer nada con eso. Aprende a escuchar tus instintos maternales y escucha a los demás sin dejar que las malas críticas te afecten.
Rodéate de los que más te quieren, van a ser tu mayor apoyo
Rodearte y compartir tus sentimientos con tus seres queridos va a ayudarte a encontrar la calma en momentos difíciles. Seguro que vas a necesitar más de un descanso, pídeles que cuiden un rato al bebé o que te ayuden con las tareas de casa. Recuerda que no eres un superhéroe, si tienes la casa un poco desordenada: ¡es normal! No pierdas los nervios y relájate.
Los logros de tu bebé van a su propio ritmo, no quieras correr, no es una competición
Los pequeños logros sirven como indicadores y como modelos de crecimiento, aún así, no todos los bebés son iguales ni se adaptan de la misma manera. ¿Que tu bebé tarda un poco más en gatear? No te preocupes, deja que las cosas sucedan por si solas. Además, no hay una sola manera correcta de enseñar a un bebé a hacer las cosas, sigue tus instintos y seguro que todo va bien.
Reconecta con tu pareja
Ser padres es una tarea difícil para una pareja, sobre todo en situaciones de nervios y estrés. Al principio, tener un hijo va a ser un reto personal, pero no olvidéis que es algo que hacéis juntos y que ambos tenéis las mismas preocupaciones y ganas de hacerlo bien. Apóyate siempre en tu pareja, pídele consejo, comparte tus dudas y sentimientos… Es importante crear un ambiente de amor y tranquilidad para que el bebé pueda crecer en armonía.
¡Disfruta de tu bebé!
El consejo más importante que tienes que saber antes de tener un bebé es disfrutar. Es un momento único en la vida, con algunos momentos difíciles, es cierto, pero la mayoría de los sentimientos que vas a experimentar van a ser de felicidad plena, amor incontrolable y suerte de estar viviendo ese momento así que: ¡disfrútalo!
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