Te presentamos unos trucos caseros para ahorrar en calefacción durante el invierno y seguir manteniendo tu casa caliente. ¡Apúntatelos!

 

Ama la madera

Es un aislante térmico que actúa contra el frío de manera natural. Incorpórala en suelos, zócalos, puertas, ventanas… ¡y mobiliario!

 

Viste tu suelo con alfombras

Las alfombras son el abrigo perfecto para el suelo ya que son capaces de concentrar el calor de la sala sin dejar que se escape. Si te decantas por las que más calor aportan, elige las de pelo largo y las de lana.

 

Cuantos más cuadros, mejor

¿Sabías que la temperatura en una pared con cuadros es superior a la de una pared desnuda? Cubrir las paredes que dan al exterior con cuadros, librerías u objetos te proporcionará una temperatura ambiente más cálida.

 

Usa cortinas dobles

Las ventanas dejan entrar frío y es muy difícil concentrar el calor en la zona. ¿Solución? Usar cortinas dobles: una fina que sirva como protector de frío pero que a su vez deje pasar la luz del día, y otra más gruesa para la noche.

 

Coloca tus muebles estratégicamente

Las zonas que se encuentran más cerca de las paredes que dan al exterior son las que más frío concentran. Intenta colocar tus muebles en las partes más cálidas de la habitación.

 

Escoge materiales aislantes

Intenta utilizar materiales aislantes tanto en el interior como en el exterior de tu casa. Para el exterior, la madera o el PVC son perfectos.

 

¿Zócalos? ¡Si!

Se pueden aislar las paredes  del frío que sube del suelo colocando zócalos. Otro truco muy eficaz y que te puede hacer ahorrar hasta un 30% en calefacción es pintar las paredes con pintura aislante (con microesferas  cerámicas huecas).

 

Cuanto más oscuro mejor

¿Sabías que los colores oscuros tienen mayor poder de absorción de calor que los claros? También puedes escoger colores cálidos como el rojo, el naranja o los colores “tierra” para complementos del hogar.

 

Elige un sofá versátil

Los sofás con tapicería intercambiable nos permiten tener un tejido cálido como la lana o el terciopelo para invierno y otro tejido más fresco para verano.

Reducir el uso de la calefacción supone una reducción del gasto económico, pero también una mejora en nuestro bienestar ya que las temperaturas altas no son  recomendables para nuestra salud y nos pueden provocar más resfriados, sequedad ocular y cansancio durante el invierno.

 

Fuente: 

http://www.clara.es/ser-feliz/hogar/trucos-para-calentar-casa-sin-poner-calefaccion_187/9